El complejo arqueológico de Ollantaytambo fue un estratégico centro militar, religioso y agrícola. El escenario arquitectónico es de excepcional interés por el tamaño, estilo y originalidad de sus edificios.
El origen del nombre tiene varios enfoques. De acuerdo a la lengua aymara, Ollantaytambo deriva del vocablo ulla-nta-wi, que quiere decir "lugar para ver hacia abajo"; el término tambo, es añadido posteriormente. Para la lengua quechua, el nombre proviene de la palabra Ollanta (que es el nombre de un capitán Inca, cuya historia se guardó como una tradición oral, y escrita como un drama de Antonio Valdez, sacerdote de Urubamba, a mediados del siglo XVIII) y del término, tambo, una derivación española del vocablo quechua tampu; que quiere decir, "ciudad que ofrece alojamiento, comida y consuelo a los viajeros".
Testimonios de pobladores de Ollantaytambo dan cuenta de los conflictos y antipatías que existían hacia los incas. La historia menciona que sus habitantes se negaron a pagar los impuestos ordenados por el Inca Pachacútec, por lo que fueron inmediatamente ejecutados.
Con la victoria, Pachacútec reclamó el territorio como propio, y ordenó la construcción de los magníficos edificios que hoy ostenta la ciudad. Para ello, se sirvió de mano de obra de los hijos del Collao, un área cerca al lago Titicaca y Tiahuanaco, que también fue vencida. Los hijos de Chuchi Cápac, el general vencido de los Collao, tuvieron que trabajar como constructores de la fortaleza, pero no pasó mucho tiempo para que decidieran rebelarse y huir. Finalmente, tras muchos enfrentamientos y gran derramamiento de sangre, el Inca Pachacútec logró contener la violenta rebelión.
Otra parte de la historia de esta ciudad la protagonizó la resistencia indígena de Manco Inca, quien, luego de mantener cercado por meses al Cusco, y al ver que sus propias fuerzas se debilitaban, se retiró a Ollantaytambo. La ciudad le ofrecía una perfecta defensa, cubierta por once andenes escalonados, que le permitieron en el año de 1537 vencer al ejército de los conquistadores españoles, antes de que el monarca inca se retirara a Vilcabamba.